Ha llegado la hora de marcharnos de esta ciudad en la que hemos tenido una estancia breve pero muy intensa. Nos levantamos temprano para dirigirnos a la estación de autobuses de Kiel, nos acompañan nuestras familias alemanas con quienes compartimos nuestros últimos minutos. Pronto hay que decir adiós. No va a ser fácil. Nos fundimos en un abrazo formando una piña que representa fielmente lo que ha supuesto esta experiencia Erasmus+.
Comenzamos nuestro viaje que se va a prolongar todo el día: primero autobús de Kiel a Hamburgo, luego espera en el aeropuerto hasta coger el avión hacia Madrid. Finalmente, la última etapa que transcurre distendida en el bus Madrid-Churriana, recordando los mejores momentos de la semana, contando anécdotas y comparando las costumbres alemanas y españolas.
Nuestras familias nos esperan impacientes, deseando escuchar las historias vividas en estos días. Ahora toca descansar y prepararnos para despertar a la realidad que nos espera el lunes. Todo parece haber sido un sueño. Un dulce sueño.
